A La Virgen de Guadalupe se invoca para asuntos de paz, enfermedad, ayuda en toda situación. Patrona de México y las Américas. La Virgen de Guadalupe es una de las entidades espirituales más amada y venerada en el mundo entero. A está virgen se le invoca para cualquier situación de dinero, salud y amor en la que necesitemos su santísima intervención. Recordemos que como patrona de México, ama a sus hijos los Mexicanos que a su vez son sus devotos más fervientes. Ellos adoran a su morenita y celebran sus festividades en cualquier lugar del mundo que se encuentren.
Virgen y Madre mía
de Guadalupe,
deja que tus encantos
mi alma disfrute.
de Guadalupe,
deja que tus encantos
mi alma disfrute.
Cuando me acuerdo, oh Madre!
de tu visita,
y que al suelo bajaste
por darme vida,
de gratitud mi pecho
luego se colma,
pues serme, prometiste,
madre amorosa,
Virgen y Madre mía,
de Guadalupe,
deja que tus encantos
mi alma disfrute.
Al dichoso Juan Diego
le tengo envidia,
pues como él no te escucho
madre querida;
Pero miro tu imagen;
y al contemplarla,
¡es tan dulce y tan bella
que arroba mi alma!
Virgen y Madre mía,
le tengo envidia,
pues como él no te escucho
madre querida;
Pero miro tu imagen;
y al contemplarla,
¡es tan dulce y tan bella
que arroba mi alma!
Virgen y Madre mía,
de Guadalupe,
deja que tus encantos
mi alma disfrute.
Tus ojos de paloma
a mí inclinados,
me anuncian el remedio
de mis trabajos:
Pues misericordiosos
son con tus hijos,
ellos a Dios, airado,
me harán propicio.
Virgen y Madre mía,
a mí inclinados,
me anuncian el remedio
de mis trabajos:
Pues misericordiosos
son con tus hijos,
ellos a Dios, airado,
me harán propicio.
Virgen y Madre mía,
de Guadalupe,
deja que tus encantos
mi alma disfrute.
Mil veces en mis tristes
y amargas penas,
en nadie hallo consuelo;
Tú me consuelas.
Sólo el verte me alivia,
y vengo a verte,
y salgo consolado,
siempre, sí, siempre!
Virgen y Madre mía,
y amargas penas,
en nadie hallo consuelo;
Tú me consuelas.
Sólo el verte me alivia,
y vengo a verte,
y salgo consolado,
siempre, sí, siempre!
Virgen y Madre mía,
de Guadalupe,
deja que tus encantos
mi alma disfrute.