Nuestra Señora de los Imposibles
Santa Madre de Dios y Madre nuestra,
te veneramos con el sugerente título
de Nuestra Señora de lo imposible,
porque eres la Madre de Dios,
Virgen y Madre Inmaculada Concepción;
privilegios que no se hayan asignado
a cualquier otra criatura, únicamente a ti.
Oh Santísima Virgen, amable,
Madre de Dios y Madre nuestra,
humildemente pido:
Socorre a los hambrientos
y a los que viven en la pobreza,
sana a los enfermos del cuerpo y de la mente,
haz fuerte al débil,
Vos que sois consuelo a los afligidos.
Ilumina al Papa, a los obispos
y a todas las autoridades civiles,
militares y eclesiásticas,
para que gobiernen con justicia y amor.
Y para mi, con toda la fe de mi corazón,
te suplico me concedas:
(Hacer la petición)
Ahora pues, Señora de lo Imposible,
a tus pies, te doy gracias,
pues tengo la certeza de que mi oración
ha sido escuchada,
y aunque es de difícil resolución,
una vez en tus manos,
sin duda será cumplida,
pues jamás nadie salió defraudado
al solicitar tus favores.
Madre de los Imposibles,
ruega a Dios por mí,
que recurro a Vos
implorando ayuda.
Amén.
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