Oh, Virgen de la Candelaria,
más que todas las criaturas bienaventurada:
Te rogamos que hoy tu alma
esté con nosotros para tributar nuestra adoración a Dios.
Pueblo: “Dios te salve, María”.
- Exalta, tierra entera,
a nuestra amadísima Señora.
Pueblo: “Dios te salve, María”.
- Apiádate, Señora, porque de cuantos en ti confían,
tú eres el puerto de salvación.
Pueblo: “Dios te salve, María”.
- Líbranos, Señora, de todos los peligros,
sobre todo de los temporales de viento y granizo
y de la condenación eterna.
Pueblo: “Dios te salve, María”.
- Oh, María, nuestra esperanza
nuestro amparo y nuestro auxilio,
muéstranos el camino a Jesús.
Pueblo: “Dios te salve, María”.
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