Vos, que con la espada en el pecho,
atraes todo corazón humano
para que contemple el amor
de vuestras piedades.
atraes todo corazón humano
para que contemple el amor
de vuestras piedades.
A vos llego, confiadísimo de hallar
un pozo de dulce consuelo
para mis penas y sufrimientos.
Ayúdame a vencer las tentaciones
de este mundo, y en mi soledad sé
una compañía alegre que
alumbre mi entendimiento y voluntad.
Por el mérito de vuestros dolores,
concededme lo que os pido
en esta oración, si ha de ser para
vuestra mayor honra y gloria,
y bien de mi alma.
Amén.
(Se rezan 3 Padres Nuestros con Ave María y gloria,
pidiendo al final la gracia que se desea).
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